DESVENTAJAS
El aceite de coco si no se consume de manera moderada produce efectos secundarios que pueden dañar la salud y el organismo.
Es alto en calorías, por lo que hay que dosificar y no sobrepasar los 30 mL por día. Su uso diario en grandes cantidades provoca sobrepeso u obesidad. Contiene grasas saturadas (92 %), que son el tipo de lípidos que no se recomiendan porque no son cardiosaludables, por lo que altas dosis podría afectar en el perfil del colesterol.
No es recomendable su uso en frituras para que no cambie su composición ni afecte negativamente al organismo. Es preferible usarlo a temperaturas más tibias en vez de altas. Tampoco es recomendable en personas con problemas cardíacos, ya que deben controlar el uso de este aceite porque pueden provocarles efectos secundarios dañándoles la salud y el organismo.
En la piel, el aceite de coco es comedogénico, es un aceite muy espeso y oclusivo, lo que significa que puede causar congestión en la piel y provocar brotes. Esto se debe a la alta concentración de grasas saturadas en el aceite. Este aceite no es un oclusivo, por lo que no evitará la pérdida de agua transepidérmica.
El aceite de coco no es el más fácil de digerir, puede irritar la mucosa intestinal si la persona es sensible, afectando a deposiciones vía diarrea o sufrir retortijones.
Por último, sube la presión arterial.
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